¿Te gustaría disfrutar de una deliciosa y refrescante bebida con un toque saludable? ¡Entonces la receta de kombucha casera es perfecta para ti! El kombucha es una bebida fermentada llena de probióticos que benefician tu salud intestinal, y lo mejor de todo es que puedes prepararla fácilmente en casa. Sigue leyendo para descubrir cómo hacer tu propia kombucha deliciosamente burbujeante.
Tiempo de preparación: 20 minutos.
Tiempo de cocción: 7-14 días (dependiendo de la fermentación).
Tiempo total: 7-14 días.
Dificultad: Fácil.
Ingredientes (para 4 porciones):
- 4 bolsitas de té negro
- 1 taza de azúcar blanco
- 1 SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras)
- 8 tazas de agua filtrada
- 1 taza de kombucha de partida (comprada o de un lote anterior)
- Saborizante opcional: frutas, jengibre, hierbas, etc.
Preparación:
¡Es hora de adentrarnos en el fascinante mundo de la elaboración de kombucha casera! Sigue estos sencillos pasos y pronto estarás disfrutando de tu propia creación.
Paso 1: Preparando el té
En una olla grande, hierve 4 tazas de agua. Agrega las bolsitas de té negro y deja que se infusionen durante 5 minutos. Luego, retira las bolsitas de té y agrega el azúcar, revolviendo hasta que se disuelva por completo. A continuación, agrega las otras 4 tazas de agua para enfriar el té.
Paso 2: Fermentación inicial
Vierte el té dulce en un frasco de vidrio grande y agrega la taza de kombucha de partida y el SCOBY. Cubre el frasco con un paño limpio y asegúralo con una banda elástica. Deja que la mezcla fermente a temperatura ambiente, lejos de la luz solar directa, durante 7-14 días.
Paso 3: Añadiendo sabor (opcional)
Si deseas darle sabor a tu kombucha, este es el momento de hacerlo. Puedes agregar frutas, jengibre, hierbas o cualquier otro saborizante que desees. Retira el SCOBY, añade los saborizantes, vuelve a tapar el frasco y deja que fermente durante 2-3 días más.
¡Y eso es todo! Ahora solo queda disfrutar de tu deliciosa kombucha casera, perfecta para refrescarte en cualquier momento del día.
No te preocupes si al principio parece complicado, ¡es más sencillo de lo que parece! Tú puedes hacerlo, amigo fermentador. Y recuerda, ¡la paciencia es la madre de todas las cosas deliciosas!
¿Cómo te ha salido tu primera mezcla de kombucha? ¿Añadirías algún ingrediente especial para hacerla aún más deliciosa? Cuéntame tu experiencia en los comentarios. ¡Disfruta de tu logro fermentador!
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