¿Quién puede resistirse a unas galletas caseras? Son el tentempié perfecto para cualquier momento del día, y lo mejor de todo es que son súper fáciles de preparar. Con esta receta, te convertirás en el rey o reina de las galletas caseras en un dos por tres.
Aquí tienes los tiempos necesarios para esta receta:
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocción: 15 minutos
- Tiempo total: 25 minutos
- Dificultad: Fácil como decir "galleta"
Ingredientes para 12 deliciosas galletas:
- 125g de mantequilla a temperatura ambiente
- 100g de azúcar moreno
- 1 huevo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 150g de harina
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- Una pizca de sal
- 100g de trocitos de chocolate (opcional, pero altamente recomendado)
Preparación:
¿Listo para dar rienda suelta al chef repostero que llevas dentro? ¡Vamos a ello!
Paso 1: Prepara un bowl grande y bate la mantequilla junto con el azúcar moreno hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Esta es la base para unas galletas perfectas, ¡así que dale con todo, dale duro!
Paso 2: Añade el huevo y la esencia de vainilla a la mezcla y sigue batiendo hasta que todo esté bien integrado. Si te encuentras cantando mientras bates, ¡vas por buen camino!
Paso 3: Tamiza la harina, la levadura en polvo y la pizca de sal sobre la mezcla y mézclalo todo delicadamente hasta obtener una masa homogénea. Esto es como hacer magia, ¡pero de la comestible!
Paso 4: Si estás usando trocitos de chocolate, añádelos a la masa y mézclalos suavemente para que se repartan por todas las galletas. Es como esconder tesoros en cada bocado.
Paso 5: Forma bolitas con la masa y colócalas en una bandeja de horno forrada con papel para hornear. Aplasta ligeramente cada bolita para formar discos de galleta. ¡Hazlo con determinación!
Paso 6: Precalienta el horno a 180°C y hornea las galletas durante 12-15 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados. No apartes la vista del horno o las galletas podrían desaparecer misteriosamente.
¡Y eso es todo, amigos! Ahora puedes disfrutar de tus galletas recién horneadas con un vaso de leche fresca, o simplemente como antojo a media tarde. ¡Buen provecho!
¿Cómo te ha ido con esta receta? ¿Tienes alguna anécdota divertida que contarnos sobre la preparación? ¡Compártela en los comentarios y hagamos de este pequeño triunfo culinario una experiencia inolvidable!
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