Si eres amante del buen pan, el pan de Viena recién horneado es una delicia que debes probar. Su suave textura y su aroma irresistible lo convierten en el acompañante perfecto para cualquier comida o merienda.
Preparar este pan no te llevará demasiado tiempo, ¡y el resultado final valdrá la pena! El tiempo de preparación es de 20 minutos, el tiempo de cocción es de 25 minutos, y la dificultad de la receta es baja.
Ingredientes para 4 personas:
- 500g de harina de trigo
- 300ml de agua tibia
- 10g de levadura fresca
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
Preparación:
Sí, ya sé lo que estás pensando: "Hacer pan suena complicado". Pero tranquilízate, ¡que esta receta es pan comido! Literalmente.
Primero, disuelve la levadura fresca en un poco de agua tibia y agrégale el azúcar. Deja reposar durante 10 minutos hasta que empiece a burbujear, como si estuviera contándote un chiste. Mientras tanto, pon la harina en un recipiente grande y haz un hueco en el centro, como si fuera un volcán en erupción (sin lava, por supuesto).
Luego, agrega la mezcla de levadura, el aceite de oliva y la sal al hueco de la harina. Empieza a mezclar, poco a poco, incorporando el agua tibia gradualmente. A medida que la masa vaya tomando forma, amásala con energía (¡esto también cuenta como ejercicio!) hasta que quede suave y elástica. Déjala reposar en un lugar cálido, como si le estuvieras dando un abrazo, durante una hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
Después de que la masa haya leudado, divídela en porciones del tamaño que prefieras y dale la forma que desees a tus panes. Colócalos en una bandeja de horno, hazles unos cortes en la superficie para que respiren y déjalos descansar otros 20 minutos.
Precalienta el horno a 200°C y hornea tus panes de Viena durante 25 minutos, hasta que estén dorados y suenen huecos al golpear la base. Disfruta del aroma que invadirá tu cocina y deja que tus panes se enfríen un poco antes de devorarlos (¡no te vayas a quemar!).
¡Listo! Ahora solo queda saborear cada bocado de este pan de Viena casero, recién salido del horno. Una vez que pruebes tu creación, no podrás resistirte a hacer esta receta una y otra vez.
¿Cómo te ha salido tu pan de Viena? ¿Delicioso, verdad? Comparte tus experiencias y trucos en los comentarios. ¡Disfruta de tu creación y sigue horneando con alegría!
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